Alfonso Solé retoma el coleccionismo de minis de brandy y cognac

Si no me falla la memoria, creo que fue Alfonso Solé, el primer coleccionista que se puso en contacto conmigo, y creo recordar que por la intervención de Manolo Viceira.

Desde el primer momento hubo una total química entre ambos, y empezamos a intercambiar y a charlar.

Por motivos de trabajo, viajé a Barcelona en varias ocasiones, y unas veces en la misma ciudad tomando una copa de cava, otras en su casa de Palau (Mª Carmen , su mujer hacía de taxista al ir a recogerme al hotel y luego llevarme) tuve la oportunidad de compartir mesa, mantel, kakis de su árbol y por supuesto su magnífica colección de brandies y cognacs en su incomparable ubicación, un precioso cenador en el jardín de su casa.

Hace unos años, se fue retirando de su colección, en parte por su nuevo “hobby” de abuelo y aún mas si cabe por el empeoramiento de su enfermedad cardíaca, que le obligaba a un trasplante, tan pronto encontrasen para él un corazón compatible. No obstante , y dado mi empeño en mantener los lazos de amistad, procuré llamarle de cuando en cuando para ver como evolucionaba, intentando en todo momento evitarle molestias y trastornos.

La semana pasada, recibí una llamada por la noche, y Espe mi mujer tan solo me dijo “es para ti”; al oír su voz, me alegré lo que no está en los escritos y cuando me dijo que por fin le había trasplantado un corazón y que estaba fenomenal, mi alegría fue aún mayor, pero sobre todo cuando me dijo ilusionado que ahora si podría venir a Madrid para nuestro encuentro, y además hacerse socio del Club. ¡Ojalá recibiera una llamada como esta, si no todos los días, si al menos una vez a la semana!

Volver a sentir esa alegría de su amistad y de su pasión por las minis de brandy y Cognac, es algo que me reafirma en lo maravilloso que es tener tantos y tan buenos amigos alrededor de un hobby tan apasionante e “inocente” que diría un viejo amigo, sorprendido de tener que acompañarme a Gibraltar en una viaje de trabajo por la zona, para buscar el caneco de Bell’s.

Alfonso, querido amigo, bienvenido de nuevo a la gran familia de locos por las minis de licor, y ¡vete ya haciéndote socio, que el Encuentro se aproxima!

Un abrazo,

Luis Campos

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