Desde que supe de la existencia de este Show (en español, diríamos encuentro) ha sido para mi una asignatura pendiente asistir al mismo; mas por la curiosidad que despertaba en mi, que por el deseo de adquirir minis que de otra forma no podría conseguir por los medios habituales.
Allí mismo le comentaba a mi buen amigo John Sullivan (uno de los grandes coleccionistas de vodkas que conozco) que al igual que para los musulmanes supone un mandato divino peregrinar al menos un vez en la vida a La Meca, para los coleccionistas de botellitas de miniatura, Saint Louis constituye nuestra Meca, a la que debemos ir al menos una vez en la vida (y si las condiciones económicas lo permiten, todas las que se pueda).
Por razones que este año encartaban y ante el entusiasmo mostrado por José Aybar en acudir conmigo, no lo dudé y empecé a organizar el viaje, y aprovechando que ya que íbamos a USA, propuse a José hacer previamente unas minivacaciones en la zona de California, y así aprovechábamos para visitar a unos de mis mejores amigos californiano-peruana, es decir George Lisenko, sin duda el Nº 1 de los coleccionistas de Vodka de todo el mundo y su esposa Ana Lisenko, una guapa peruana, simpática, cariñosa y excelente anfitriona de su tierra adoptiva, a quienes tuve la suerte de conocer en un viaje que realizaron a España, y a Madrid con dos de sus hijas.
Las dos fotos anteriores fueron tomadas en la visita a casa de George y Ana Lisenko. En la primera, Luis Campos, José Aybar y George Lisenko y en la segunda, Ana Lisenko y Luis Campos.
También resultaba obligado visitar a otro gran amigo, ya citado; John Sullivan, que vive cerca de San Francisco, en Antioch, a quien también conocía de un viaje a Madrid y que, al igual que George, habían visitado mi casa para ver mi colección, y ahora era obligado responder a sus múltiples invitaciones.
En la foto que se hizo durante la visita podemos ver a José Aybar, a John Sullivan y a Luis Campos. Al fondo, algunos de los muebles de la colección de John.
Por último, también tuvimos la oportunidad de ver la gran colección de David Spaid, otro de los “grandes” del coleccionismo USA y también de disfrutar de su hospitalidad.
En las dos fotos que siguen, tomadas durante la visita, podemos ver en la primera a Luis Campos, a David Spaid y a José Aybar. En la segunda, a George Lisenko, que nos acompañó en la visita, a José Aybar, a Luis Campos y a David Spaid. En ambas fotos se puede observar parte de su fabulosa colección.
Después de tanto ajetreo por California, y no estando tan lejos, le tocó el turno a Las Vegas. Aquí no había coleccionistas que visitar, pero si una ciudad nacida para la “juerga” en el mas amplio sentido de la palabra y para el juego.
De ella solo diré una cosa: cualquier cosa que os digan o que veáis en el cine o en reportajes en la TV se quedará siempre corta con lo que se puede ver en la ciudad. Si se puede, hay que ir; eso si, una vez vista la ciudad y recorridos sus hoteles por el interior, seguro que no volvemos, pero una vez, si que merece la pena.
De las Vegas, destacar una tienda que presume ser la megatienda de los souvenirs de las Vegas, donde puedes encontrar de todo, incluso botellitas, su nombre “BONANZA” , nombre de fácil recuerdo para los que contamos con ciertos añitos a nuestras espaldas. En la foto que se acompaña podemos ver una panorámica de la tienda en la que se puede apreciar la abundancia de miniaturas.
Ella fue en parte la culpable, junto con Hi Times en el Área de Los Ángeles, de que para nuestro viaje a Saint Louis, tuviera que comprarme otra maleta y pagar sobrepeso por una de ellas ¡y todavía no habíamos llegado a St. Louis!
Con estas dos fotos, que se incluyen a continuación, podremos hacernos una idea de la variedad de minis que se pueden encontrar.
En la primera foto podemos ver una panorámica de la tienda “High Times” y en la segunda a Luis Campos y a José Aybar en la citada tienda, y que por sus expresiones se puede deducir que ya habían hecho sus compras.
Como decía anteriormente, esta tienda de Las Vegas y Hi times en Los Ángeles fueron las responsables de nuestra “cacería“, digamos que “fuera de temporada“. Ambas tiendas son absolutamente enormes y si en algo se diferencian, es que en Bonanza se encuentran bastantes piezas de cerámica “figuras de todo tipo“, tanto de los mas conocidos productores norteamericanos: Sky Country, Lionstone o Cyrus Noble, como de otros conocidos ceramistas italianos u holandeses. Hi Times solo te ofrece lo último en miniaturas, ya que no conservan ni guardan productos de cierta antigüedad.
Finalizado este periplo, le tocaba el turno a Saint Louis, “nuestra Meca y objetivo primordial “.
El Show comienza el viernes, siempre en el hotel Sheraton Plaza, de la ciudad de Saint Louis, Estado de Missouri.
Como decía, llegamos el viernes sobre las 18:00 justo una semana después que un tornado hubiera asolado la ciudad, tanto es así, que nos costó un triunfo conseguir un carrito para las maletas ( la mayoría se los había llevado el tornado ). Ya en el hotel, apenas tuvimos tiempo de dejar las maletas para bajar a la sala del Show, donde iba a comenzar la subasta de aquellas piezas que muchos de los asistentes querían vender de esa forma, por tratarse de piezas para ellos “muy especiales“, y de esa forma vender a unos precios mas altos que los que alcanzarían después durante el Show, propiamente dicho.
Sin apenas tiempo para haber podido ver previamente las piezas y anotar el número de los lotes para poder pujar con criterio, nos sentamos “a ver de que iba aquello“
Uno de los miembros del Club mas activos (creo recordar que Butch Jones, hizo de presentador y subastador, y con gran maestría dirigió este “previo” del Show.
Se puede decir que prácticamente se vendieron todas las piezas, y con gran sorpresa por mi parte, algunas a precios realmente convenientes para nuestros bolsillos, sobre todo si tenemos en cuenta que aplicando el cambio del $USA con el Euro, era como comprar con un 40% de descuento. Ahí me sorprendió por su actividad enfervorizada, nuestro amigo y socio Rubén Camaratta, que había llegado un día antes procedente de Chicago tras una breve estancia en la ciudad y visitar a otro gran coleccionista Norteamericano-Peruano, Carlos López, mas conocido como Carlopeto.
Rubén ganó varios lotes, al igual que José Aybar y yo me quedé en blanco, en parte por mi temor al sobrepeso y número de maletas y en parte por mi ignorancia sobre lo que vería al día siguiente.
Como curiosidad, diré que si una pieza se ve que no se va a vender por el precio que el vendedor desea, éste puede pujar (una sola vez) por su propia pieza; la puja debe ser suficientemente alta como para que nadie siga pujando, o si puja, que se venda por la cifra que éste buscaba. Tanto en un caso como en el otro, solo deberá pagar la comisión que se gana el Club organizador, pero se asegura que su “pieza” no se malvenda.
Por la noche, cena del colectivo hispanoamericano, al que se integraron otros “yanquis” con corazón hispano como John Sullivan o George Lisenko. Un año después del I encuentro Hispanoamericano celebrado en Segovia, nos volvíamos a encontrar con viejos amigos o conocíamos a otros: Derman Vellegas y su hija, Jose Fernando Escobar, Fernando Saettone y Patti su hermana, Jorge Arroyo, Luis Freites y Carlos Lopez, pero echamos en falta a Mauricio Pons (sin saber por qué no pudo asistir), y yo personalmente también eché en falta a Harland Johnson, otro gran coleccionista y amigo, que reside cerca de New Orleans. El lugar fue un restaurante mexicano y no faltaron las anécdotas y las risas.
La foto que se acompaña corresponde a la citada cena.
Al día siguiente, a las 10:00 se abría la sala a los coleccionistas que no ponían mesa y visitantes en general, pero los que ponían mesas y los “cazadores de tesoros” estaban ya preparando sus mesas desde las 6:30 horas. Los “cazadores de tesoros” no son vendedores, pero alegando una u otra cosa, se “colaban” en la sala antes de la apertura oficial, y de esa forma tenía privilegiado acceso a determinadas piezas que lógicamente ya no estarían a la venta a partir de la hora de apertura oficial.
Cuando me acerqué a la mesa, había dos apuestas “mozas” (no creo que ninguna cumpla ya los sesenta), que te cobraban el derecho de acceso (20 $USA) y te ofrecían la jarrita conmemorativa, que desde hace años produce Jaroslav Kuba (otros 10 $USA). Total 30,00 $US y “para adentro“.
Cuando te ves dentro, no sabes ni por donde empezar, aunque yo empecé por saludar a los amigos que ponían mesas (Derman, David Spaid, Jim Baiers, Fernando Saettone, etc.) y ya sin mas, a empezar a comprar, en este caso a los amigos. Todos tenían algo interesante que ofrecer.
En la primera foto podemos ver a Luis Campos, a George Lisenko, a Elli Villegas (la hija de Derman) y a Fernando Saettone, tras el puesto de venta de Fernando. En la segunda foto vemos a Luis Campos y a John Sullivan con una panorámica del local de exposición y venta.
Una cosa: a partir de ahí las amistades se quedan en la puerta, los que ponen mesa, tienen que vender y pagar los gastos inherentes (portes, costo de la mesa, etc.) y ganar su dinerito. Fernando Saettone tenía unos libritos nuevos de cerámica, abiertos al centro y con unas serigrafías muy bonitas de grandes batallas navales (los que me conocéis, ya sabéis, a picar que son barcos).
En mi caso me apliqué en buscar cerámicas con formas de barcos, o minis con barcos así como minis de esas que tienen como ventanas delanteras, anises y brandies españoles. También han caído multitud de tequilas, que es donde se están lanzando botellitas mas variadas y mas vistosas. Al final cayeron muchas mas cerámicas de las que esperaba comprar, pero es que entre el cambio del Euro/dólar, la variedad y amplitud de las oferta y las maravillas que se veían, ¡que os voy a contar! tuve que traerme una buena cantidad de ellas (las evaporadas) en una bolsa de asas como equipaje de mano. No hice la cuenta de lo que me gasté ¿para qué?, mejor no echarla. José Aybar también arrasó, pero no se finalmente cuantas compró, pero el 10 se lo dejo a Rubén Camaratta.
Podemos ver a continuación algunas fotos para que os podáis hacer una idea de lo que os cuento.
En la primera foto, panorámica general del local de exposición y venta. En la segunda, Luis Campos, descansando y mostrándonos el ambiente.
En la foto precedente de la izquierda, José Aybar, Luis Campos, Giuseppe Savoca, Fernando Escobar y otro coleccionista. En la de la derecha, José Aybar, Luis Campos y Luis Freytes.
Y en las dos siguientes: foto de familia y cena de despedida del Show de San Luis 2011.
José y yo no pudimos quedarnos para el domingo por la mañana por problemas de horarios de aviones y enlace, ya que a las 16:30 salíamos para España desde Chicago.
Por lo tanto, no os puedo contar lo del remate del domingo por la mañana.
Ese día es cuando los vendedores tienen la oportunidad de vender el resto de sus minis a precios de “saldo“, ya que prefieren vender a bajo precio, antes que volver con parte de sus minis y volver a pagar portes o sobrepeso de maletas.
Esa es las gran oportunidad de los que coleccionistas generales, que les da igual un licor que un bourbon o una cerámica o un scotch.
Rubén Camaratta se quedó y “la armó“. Todos los años hay algún coleccionista de cualquier parte del mundo que asiste por primera vez, y “se corona“ como comprador. Este año le tocó a Rubén.
José habló con él desde el aeropuerto de St. Louis un par de veces en un espacio de una hora. La primera vez, Rubén le dijo que era una locura y que iba a mandar a su hijo a comprar mas maletas. La segunda, una hora después, le dijo que llevaba compradas 600 minis. La siguiente vez que tuve noticias, fue vía e-mail al día siguiente de llegar a Madrid; su e-mail era bastante escueto pero muy explícito, os copio esta frase que se explica por si sola: “ESTUVIMOS COMPRANDO HASTA ÚLTIMA HORA DEL DOMINGO Y TUVIMOS QUE COMPRAR MÁS MALETAS, EN TOTAL 11 MALETAS.“ Enhorabuena Rubén, te saliste…
Creo que esto explica muy bien el ambiente y la euforia que puede despertar en un comprador nuevo y compulsivo (como yo denomino a Rubén), y además con el cambio de moneda de cara, el famoso MMBC Show, o el Show de St. Luis, como se le conoce mas generalmente, nuestra peculiar “Meca”.
El siguiente Show, o Encuentro; pues sí, en Chinchón, Madrid; el último fin de semana del mes de septiembre, donde os esperamos a todos los socios y coleccionistas en general, ¡seguro que Rubén lleva para la venta algunas repetidas!
Luis Campos Serna
Madrid, 15 de mayo de 2011
Está prohibida la reproducción total o parcial de este artículo sin el consentimiento de su autor.
